MALALA

Malala es una niña paquistaní que con 14 años ya posee un reconocido activismo en defensa de los Derechos Humanos, en especial de los derechos de la mujer (de las niñas, en su caso, pues defiende el derecho a su educación). Y mire usted por donde, que este activismo lo lleva a cabo en el valle del río Swat, donde el régimen talibán ha prohibido que las niñas asistan a clase.

Pero los reconocimientos internacionales a Malala por esta lucha diaria por tener acceso a la educación, no evitaron que el pasado 9 de octubre, recibiera un disparo en la cabeza que la tiene ingresada en un hospital de Reino Unido, intentando recuperarse y luchando por salir adelante sin secuelas.

Y esto, viene a colación porque hoy se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, y creo que el ejemplo de Malala es ahora mismo uno de los más notorios en la lucha por los Derechos Humanos, por varios motivos:

- Es el ejemplo de la lucha y la defensa por obtener una educación, de la cual todo niño es meritorio. No se puede “dejar morir” a generaciones enteras de niñas por no permitirles el acceso a la educación. Y cuando hablo de “dejar morir”, me refiero a dejarlas morir intelectualmente, negando su derecho a desarrollarse plenamente como personas.

- Es el ejemplo de la lucha por los Derechos de las Mujeres. Es cierto que las cuotas de participación, de poder y de toma de decisiones son muy importante.. pero más importante aún es el derecho a la educación, porque ¿de qué sirve lo citado antes si previamente no se ha recibido una educación que permita tomar decisiones libre y objetivamente, y ejercer el poder de manera justa y recta?

- Y es un ejemplo pues la educación es el motor y el impulso de los países en vías de desarrollo: no hay desarrollo sin educación, y no hay educación si no hay aspiraciones al desarrollo personal sin distinción de sexo.

Quien sepa un poco de la historia de los Derechos Humanos, se habrá percatado de que en estos tres motivos han quedado reflejadas las tres generaciones de derechos humanos, cada una de ellas ligada a uno de los principios de la Revolución Francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Y por ello, no solo considero que Malala es una defensora de los Derechos Humanos sino que es loable la campaña que se está llevando a cabo para que se le otorgue el Nobel de la Paz.

Dicho Nobel, como reza en su concesión, dice: el Premio de la Paz se concede a "A la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz".

Y ¿qué mejor herramienta para la paz que la educación?.

Según la UNESCO, en el mundo hay más de 870 millones de analfabetos, de los cuales 500 millones son mujeres… y Malala luchó por no ser una de esos 500 millones de niñas que no ha recibido la educación que merece, por el mero hecho de ser mujer.

No comprendo por qué se le niega este derecho a las niñas. No se si por el miedo a que éstas tomen el poder y lo ejerzan de manera justa y equitativa, si porque es la manera de doblegar a un pueblo, o si es simplemente por el hecho de considerarnos inferiores. Lo único que sé es que la educación es la única herramienta para la paz duradera y el desarrollo equitativo.

La mujer es transmisora de cultura, posee memoria histórica, la cual pasa de generación en generación. Tiene una sabiduría que en muchas ocasiones no es aprendida en libros ni en lecciones, sino que proviene de la propia vida. Es el estandarte de generaciones que consultan a sus mayores buscando respuestas a su presente. Es la que educa en los primeros años de vida a los hijos, y la que perpetua los valores que mantienen unida a una familia.

Las mujeres podremos liberar pueblos enteros únicamente con la herramienta del acceso a la educación, aunque esto suponga que más niñas reciban un disparo.

Un disparo no mata las ganas de seguir luchando por lo que se cree.. a Malala la dispararon en la cabeza, pero la fuerza de su lucha viene del corazón.